Esta semana y después de casi dos años y medio el motor de la lancha se volvió a escuchar en el lago Chacabuco, que tras un largo periodo se ha vuelto a llenar de agua para el deleite de los esquiadores.
Problemas en su sello y la implacable sequía que data desde el 2010 secaron el lago ubicado en el norte de la Región Metropolitana, pero no amilanaron la pasión de Rodrigo Andai, quien se propuso restaurar el proyecto que junto a Carlos Chicharro levantó en diciembre de 2007.
En febrero de 2014, fecha en que el lago tocó fondo, Andai inició lo que él mismo llama un «largo peregrinaje» en busca de las soluciones para frenar las filtraciones y conectar aguas superficiales.
El extenuante camino vio luz, o más bien agua, en marzo de este año y tras un intento fallido en diciembre de 2015, se corrigió el fondo del lago y comenzaron a entrar esta vez sin salida centenares de litros de agua.
«Estamos muy contentos. Tenemos una cota que es muy superior a la que teníamos en el mejor momento del lago. Ha sido un camino muy largo, pero todo valió la pena y ahora hemos recuperado nuestro lago» dijo el destacado slalomista nacional senior y ahora gran restaurador de lagos de esquí.
Si todo marcha de acuerdo a lo esperado, el lago Chacabuco se podría reabrir oficialmente en la edición 2016 de la Copa Carlos Chicharro, un torneo que une como lo hace la cuerda al esquiador el lago con nuestro recordado amigo. ¡Bien por el esquí!