Pese a que la ilusión se hizo presente en Chapala durante la tarde, la lógica se impuso y Javier Julio hizo valer su experiencia para imponerse en un overall digno de un campeonato mundial.
Pipe, con una pasada a medio terminar en figuras (8.040) dio una ventaja que parecía definitiva, luego que Julio se diera un festín en sus dos pasadas y marcara diferencia de entrada con un registro de 10.040.
Las boyas, sin embargo, traerían el condimento especial para sazonar una jornada que reúne todas las características de inolvidable, luego que Pipe se echara al bolsillo el sexto ajuste y metiera presión con 2 boyas a 10,75.
Julio entró confiando y se vio muy seguro en los recortes previos, pero la cuerda violeta lo complicó, a tanto que no pudo sacar la cancha y debió abandonar el agua con 5 boyas.
La ventaja se había acortado y Pipe volvía a tener opciones. En la rampa se disputaría el oro, aunque el argentino corría con más opciones, pues el nacional estaba obligado a sacarle más de cinco metros para quedarse con el oro.
Un punto a favor en el adverso panorama era que el trasandino debía salir primero, lo que dejaría claro la marca que debía hacer el ex campeón mundial juvenil y sub21.
Así, y tras una larga hora de cuentas y paseos nerviosos por el borde de Boca Laguna, Julio entró al agua, y lo hizo para cerrar de entrada la lucha. Un mejor brinco de 60,7 metros sepultó las opciones nacionales.
La tarea era titánica para Pipe, quien debía hacer su mejor marca del año para arrebatarle el título al bonaerense, quien tras su último salto volvió al muelle sintiéndose campeón.
Quienes conocemos a Pipe, sabíamos que lo daría todo y no nos equivocamos. Entró al agua decidido y luchó como un guerrero hasta el final. Julio miraba desde el borde sin ocultar su preocupación.
En el primer salto, el chileno buscó el momento del corte y pareció encontrarlo. Los 61 metros abrieron la ilusión. Luego vino el segundo y un corte más tardío, que si bien aumentó la longitud, no bastó para llegar a los 65 que se necesitaban. Pipe lo intentó en el tercer brinco pero se debió conformar con los 62,7 y a su vez la presea de plata.
““Uno siempre quiere más, pero estoy demasiado feliz con lo que hice. Una medalla de plata es una medalla de plata. Quedo con el gusto de haber ganado el oro pero es mejor de lo que obtuve en Río, lo que quiere decir que voy mejorando y que estoy haciendo las cosas bien” dijo en la zona mixta Felipe Miranda, quien poco a poco le fue tomando el peso a la gran actuación que logró en Chapala.
Por Cristian León desde Chapala.